Un año después de que la Comisión Europea solicitara a la ECHA (European Chemical Agency) una actuación respecto a los microplásticos, ésta ha presentado su propuesta, centrada en la restricción de este tipo de partículas cuando se agregan de manera intencionada a productos.
Los microplásticos son partículas muy pequeñas de material plástico (normalmente, de menos de 5 mm) que pueden formarse involuntariamente mediante el desgaste de piezas de plástico más grandes -como los textiles sintéticos- pero que también pueden fabricarse deliberadamente y añadirse a propósito a los productos con un fin específico, por ejemplo, como partículas exfoliantes en cremas exfoliantes faciales o corporales, o como brillo en el maquillaje. Si bien no se dispone de datos concluyentes sobre sus posibles efectos en la salud humana, lo cierto es que una vez liberados al medio ambiente, los microplásticos pueden ser ingeridos y acumulados por animales, y, en consecuencia, entrar en la cadena alimenticia.
De adoptarse esta propuesta -actualmente en fase de revisión por los comités científicos y para la que posteriormente se abrirá una consulta pública- esta restricción podría reducir la cantidad de microplásticos liberados al medio ambiente en la Unión Europea en más de 400.000 toneladas en los próximos 20 años.
Las partículas microplásticas añadidas a propósito se utilizan en numerosos productos, desde cosméticos y productos de cuidado personal hasta detergentes, productos de limpieza, pinturas o productos de la industria del petróleo y del gas, por lo que, de aprobarse, esta propuesta tendría impacto en numerosos sectores.
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